jueves, 23 de agosto de 2007

(cacho de) PAN


Sé que volverán a acusarme de egocéntrico, aunque ¿cómo puedo obviar que nada menos que Celedonio Flores, el negro Cele, haya dedicado un tango al cacho de pan?


El sabe que tiene para largo rato, la sentencia en fija lo va a hacer sonar, así -entre cabrero, sumiso y amargo- la luz de la aurora lo va a saludar. Quisiera que alguno pudiera escucharlo en esa elocuencia que las penas dan, y ver si es humano querer condenarlo por haber robado... ¡un cacho de pan!... Sus pibes no lloran por llorar, ni piden masitas, ni chiches, ni dulces... ¡Señor!... Sus pibes se mueren de frío y lloran, habrientos de pan... La abuela se queja de dolor, doliente reproche que ofende a su hombría. También su mujer, escuálida y flaca, con una mirada toda la tragedia le ha dado a entender. ¿Trabajar?... ¿En dónde?... Extender la mano pididendo al que pasa limosna, ¿por qué? Recibir la afrenta de un ¡perdone, hermano! Él, que es fuerte y tiene valor y altivez. Se durmieron todos, cachó la barreta, se puso la gorra resuelto a robar... ¡Un vidrio, unos gritos! ¡Auxilio!... ¡Carreras!... Un hombre que llora y un cacho de pan...

Pan : Música de Eduardo Pereyra, Letra de Celedonio Flores
Photo : obra del artista chino Zhang Huang (1965)