
Denuncian la caza ilegal del yaguareté
Es una especie autóctona protegida
CORRIENTES, ARGENTINA.- La muerte de un yaguareté a manos de cazadores foráneos en un establecimiento privado de Esquina, en el sur de Corrientes, motivó a la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación a denunciar la explotación turística del denominado servicio de cacería asegurada. Se trata de una práctica difundida en estancias del interior del país que comenzará a ser investigada por la justicia federal a partir de la denuncia presentada ayer, en esta capital, por el subsecretario de Planificación y Política Ambiental, Miguel Pellerano. El segundo de la secretaria Romina Picolotti llegó a Corrientes para denunciar la caza de un yaguareté en octubre del año pasado, en un campo de Esquina. "Nos hemos constituido en querellantes, lo que implica que seguiremos de cerca la evolución de la investigación que habrá de iniciar ahora el juez federal Carlos Soto Dávila", informó Pellerano. La cacería del yaguareté constituye un delito federal porque se trata de una especie declarada monumento natural de la Argentina, protegida por la ley de conservación de la fauna silvestre, que tiene como autoridad de aplicación a la Secretaría de Medio Ambiente. "Gracias a eso, pudimos intervenir en el hecho registrado en esta provincia, que es gravísimo porque significa un caso extremo de lo que comúnmente se denomina cacería asegurada, un eufemismo para designar procedimientos vergonzosos", dijo Pellerano a LA NACION.
Es una especie autóctona protegida
CORRIENTES, ARGENTINA.- La muerte de un yaguareté a manos de cazadores foráneos en un establecimiento privado de Esquina, en el sur de Corrientes, motivó a la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación a denunciar la explotación turística del denominado servicio de cacería asegurada. Se trata de una práctica difundida en estancias del interior del país que comenzará a ser investigada por la justicia federal a partir de la denuncia presentada ayer, en esta capital, por el subsecretario de Planificación y Política Ambiental, Miguel Pellerano. El segundo de la secretaria Romina Picolotti llegó a Corrientes para denunciar la caza de un yaguareté en octubre del año pasado, en un campo de Esquina. "Nos hemos constituido en querellantes, lo que implica que seguiremos de cerca la evolución de la investigación que habrá de iniciar ahora el juez federal Carlos Soto Dávila", informó Pellerano. La cacería del yaguareté constituye un delito federal porque se trata de una especie declarada monumento natural de la Argentina, protegida por la ley de conservación de la fauna silvestre, que tiene como autoridad de aplicación a la Secretaría de Medio Ambiente. "Gracias a eso, pudimos intervenir en el hecho registrado en esta provincia, que es gravísimo porque significa un caso extremo de lo que comúnmente se denomina cacería asegurada, un eufemismo para designar procedimientos vergonzosos", dijo Pellerano a LA NACION.
Sin agua ni comida
El funcionario reconoció la existencia, en Corrientes, de complejos turísticos dedicados a la organización de safaris con animales silvestres que son previamente capturados, debilitados mediante escasa alimentación y sin suministro de agua, de modo tal que los cazadores los enfrenten en condiciones de total superioridad. "Sueltan a los animales en cercanías de lagunas adonde van a beber. Allí los esperan los cazadores, que pueden matarlos y llevarse un trofeo como recuerdo de su aventura", detalló Pellerano. El funcionario advirtió que no siempre la secretaría conducida por Pocolotti puede tomar cartas en el asunto porque "la potestad sobre la flora y la fauna del país corresponde a las provincias", motivo por el cual es "prioritario coordinar estrategias entre los gobiernos provinciales y nacional para atacar este tipo de emprendimientos turísticos, que nada tienen que ver con el turismo de aventura". Por esa razón, los representantes de la cartera de Medio Ambiente se reunieron con el director de Recursos Naturales de Corrientes, Sergio Zajarevich, con quien evaluaron las pruebas presentadas por Pellerano en la denuncia. Entre los elementos aportados aparecen fotografías y testimonios de organizaciones no gubernamentales dedicadas a la defensa de las especies en peligro de extinción, como la llamada Red Yaguareté. La denuncia contempla la posibilidad de que las estancias convertidas en cotos de caza se sirvan de una red dedicada a capturar animales exóticos en otros puntos del país para luego trasladarlos a Corrientes. Es lo que pudo haber sucedido con el yaguareté acribillado en Esquina a fines de 2006, dado que la especie dejó de observarse en esta parte del país desde hace más de 50 años y actualmente se limita a los yungas de Salta y Jujuy, al Chaco seco y a la selva misionera.