lunes, 5 de noviembre de 2007

la eñe ocupa su lugar

El telenoticiero de la noche anuncia que al fin la eñe tiene un lugar en la red. Sin aclarar demasiado en qué consiste eso que anuncian como un triunfo. Puedo suponerlo, pero no lo sé de forma fehaciente porque no supieron contármelo. De cualquier manera he decidido colgar este texto ya viejo de doña María Elena Walsh, por si alguien no lo conocía. La culpa es de los gnomos que nunca quisieron ser ñomos. Culpa tienen la nieve, la niebla, los nietos, los atenienses, el unicornio. Todos evasores de la eñe. ¡Señoras, señores, compañeros, amados niños! ¡No nos dejemos arrebatar la eñe! Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y admiración. Ya nos redujeron hasta la apócope. Ya nos han traducido el pochoclo. Y como éramos pocos, la abuelita informática ha parido un monstruoso # en lugar de la eñe con su gracioso peluquín, el ~. ¿Quieren decirme qué haremos con nuestros sueños? ¿Entre la fauna en peligro de extinción figuran los ñandúes y los ñacurutuces? ¿En los pagos de Añatuya cómo cantarán Añoranzas? ¿A qué pobre barrigón fajaremos al ñudo? ¿Qué será del Año Nuevo, el tiempo de ñaupa, aquel tapado de armiño y la ñata contra el vidrio? ¿Y cómo graficaremos la más dulce consonante de la lengua guaraní? "La ortografía también es gente", escribió Fernando Pessoa. Y, como la gente, sufre variadas discriminaciones. Hay signos y signos, unos blancos, altos y de ojos azules, como la W o la K. Otros, pobres morochos de Hispanoamérica, como la letrita segunda, la eñe, jamás considerada por los monóculos británicos, que está en peligro de pasar al bando de los desocupados después de rendir tantos servicios y no ser precisamente una letra ñoqui. A barrerla, a borrarla, a sustituirla, dicen los perezosos manipuladores de las maquinitas, sólo porque la ñ da un poco de trabajo. Pereza ideológica, hubiéramos dicho en la década del setenta. Una letra española es un defecto más de los hispanos, esa raza impura formateada y escaneada también por pereza y comodidad. Nada de hondureños, salvadoreños, caribeños, panameños. ¡Impronunciables nativos! Sigamos siendo dueños de algo que nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño, pero menos ñoño de lo que parece. Algo importante, algo gente, algo alma y lengua, algo no descartable, algo propio y compartido porque así nos canta. No faltará quien ofrezca soluciones absurdas: escribir con nuestro inolvidable César Bruto, compinche del maestro Oski. Ninios, suenios, otonio. Fantasía inexplicable que ya fue y preferimos no reanudar, salvo que la Madre Patria retroceda y vuelva a llamarse Hispania. La supervivencia de esta letra nos atañe, sin distinción de sexos, credos ni programas de software. Luchemos para no añadir más leña a la hoguera dónde se debate nuestro discriminado signo.Letra es sinónimo de carácter. ¡Avisémoslo al mundo entero por Internet! La eñe también es gente. María Elena Walsh

4 comentarios:

Piyuj dijo...

No entendí muy bien la noticia, el texto esta muy bueno la verdad, no lo conocía.
Aunque no soy muy amante de la ñ, el estudiar ingenieria en computacion hace que tengamos que acostumbrarnos a no usarla por que hay sistemas donde no funciona :(. igual el ~ es tremendo caracter sin dudas xD.

Saludos
Piyuj

Unknown dijo...

Ole, espero que eso signifique que los teclados de todo el mundo tengan esa letra tan simpática. Me temo que no.

Cayetana Altovoltaje dijo...

¿Significará quizás que se podrán escribir direcciones URL con ñ? Lo dudo... en todo caso, tiene gracia esta reivindicación de parte de alguien que vive en CataluNYa :P
¡¡Felicidades!!
PD: ¿publico yo el retrato en mi bló, o lo publicas tú?

Lokita dijo...

CoÑo, a mi me va de coÑa, con lo mal hablada que yo soy ;)
AraÑazos y cariÑos,mi Cacho...