lunes, 12 de marzo de 2007

El sexo es un buen negocio

Un informe mundial muestra el aumento del tráfico, mediante engaño, de mujeres argentinas.
“Sentirse una reina, comprar ese perfume importado que tanto te gusta, usar la mejor ropa. Vení ya al mejor lugar de Córdoba y hacé realidad tus sueños. Mayor de 21 años. (Número celular de Posadas, Misiones).” Este es uno de los avisos publicados en un diario misionero con los que grupos organizados atraen, en su mayoría, a mujeres para esclavizarlas en prostíbulos o para enviarlas con algún engaño a otros países. Esta es, apenas, una de las evidencias de que en los últimos años la Argentina se ha convertido en un país de exportación y de compra y venta de personas que terminan siendo prostituidas o esclavizadas por organizaciones que se escudan en promesas de trabajo engañosas. El último estudio realizado en la región por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al que tuvo acceso LA NACION, indica que casi el 30 por ciento de las víctimas de la trata de personas en Chile son argentinas, en su mayoría mujeres. Según indica ese informe, Misiones, Corrientes, Chaco, Santa Fe y Tucumán son las principales “proveedoras” de ese tipo de víctimas de un delito que en nuestro país no está tipificado ni condenado como tal. En tanto, las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa, Chubut y Tierra del Fuego son “de destino”, donde mujeres argentinas son obligadas a prostituirse junto con mujeres procedentes fundamentalmente de Paraguay y de la República Dominicana. “La Argentina, además de ser un país de tránsito, es uno de exportación. Esto tiene que ver con la capacidad operativa de las redes de trata", explicó a LA NACION Eugenio Ambrosi, representante regional de la OIM para los Países del Cono Sur de América latina. Pero no sólo la explotación sexual es el tema preocupante. También lo es el reclutamiento mediante engaño con fines laborales. Esta situación tuvo su máxima expresión en nuestro país cuando en marzo de 2006 seis ciudadanos bolivianos fallecieron en un taller de costura clandestino de Caballito. La trata de personas es el tercer negocio más redituable del mundo, luego del tráfico de drogas y de armas, con ingresos estimados en 32.000 millones de dólares, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En 2005 se calculaba que, en el orden mundial, 2,4 millones de víctimas de la trata trabajaban en condiciones de explotación. "La promesa de una situación económica mejor, de una mayor capacidad de acceso a bienes de consumo que se ofrecen masivamente pero a los que muy pocos jóvenes pueden acceder y del enriquecimiento acelerado son parte de los recursos que se utilizan para reclutar gente mediante el engaño", describe el informe de la OIM realizado en la Argentina, Chile y Uruguay sobre la base de denuncias y causas judiciales. El estudio indica que las víctimas de este delito "son mujeres, mayoritariamente menores de edad, poco escolarizadas y muy pobres". La captación mediante el engaño fue detectada como la principal forma de reclutamiento. Otra modalidad es el rapto. Captación Cuando son convocadas mediante el engaño, se las traslada y luego se las obliga a prostituirse con la demanda de pagar los gastos del viaje, el alojamiento, la comida y la ropa. Una chica joven puede venderse en 5000 pesos, pero a veces los valores son mucho menores: la OIM, un organismo intergubernamental internacional, registró el caso de una mujer que fue comprada por $ 500 y un auto viejo. Otra forma de captación es elegir un barrio humilde y ofrecer trabajo, casa por casa, con posibilidades de ganar mucho dinero o bien hacer circular el rumor de que buscan mujeres para trabajar en un lugar determinado. "Se enteró por una vecina de una amiga que esta mujer estaba en Misiones buscando chicas para llevarlas a trabajar a Buenos Aires a un restaurante. Le dijo que le pagarían 500 pesos por mes y vivienda. En ningún momento pensó que iba a trabajar en otra cosa que no fuera eso." Este es el testimonio de una mujer, que pidió reserva de la identidad en el informe, que terminó trabajando en un prostíbulo de Necochea. En el país, la situación se agravó desde la crisis de 2001, pero sólo el año pasado el Senado dio el primer paso para que se condene con penas de hasta 15 años de prisión no sólo a quienes utilicen personas para la prostitución sino a las organizaciones que las obliguen al trabajo forzado, las sometan a la esclavitud o a la ablación forzada de órganos. Para convertirse en ley resta ahora que el proyecto sea debatido por la Cámara de Diputados. En los casos que se describen en el informe se concluye que la Argentina, además de tener redes internas, podría convertirse en un país de tránsito de víctimas de la trata en la región, con destino a Europa, principalmente a las ciudades de Vigo y Burgos, en España. "La trata es un crimen que necesita una inversión casi cero. La logística de llevar a una mujer de la Argentina a Chile es más simple que transportar una carga de drogas o de armas; es un delito que necesita una mayor reacción de las fuerzas de seguridad", dijo Ambrosi. El funcionario confirmó que la mayor dificultad para combatir este flagelo es la inexistencia de una ley específica: "La impunidad de las mafias internacionales se hace más evidente cuando no está tipificado el delito. Se condena a los responsables por otras cuestiones, generalmente menos graves, como la facilitación de la prostitución o la reducción a la servidumbre". La iniciativa en estudio en el Congreso Nacional castiga la recepción y el albergue de personas para cualquier tipo de explotación. Y se tomará como agravante si el autor del delito fuera familiar, encargado, ministro de algún culto o funcionario público. Además, declara inimputables a las víctimas, a las que se les reconocen derechos como recibir atención psicológica, protección de identidad y no ser alojadas en establecimientos penitenciarios. Hoy se estima que se denuncia sólo el uno por ciento de los casos de trata de personas. Según la OIM, en lo que va del año se asistió a 11 víctimas de ese delito en el país. Por explotación laboral fueron siete personas de nacionalidad boliviana y por explotación sexual se atendió a cuatro mujeres, tres dominicanas y una paraguaya. Entre 2002 y 2006 fueron asistidas 207 personas entre víctimas y familiares directos. En muchos casos de explotación sexual -en total fueron 117-, había mujeres acompañadas por hijos menores. En tanto, por explotación laboral fueron asistidas 43.
Por Laura Rocha De la Redacción de LA NACION

3 comentarios:

Unknown dijo...

La unica forma de parar este tipo de cosas es no consumiendo prostitución de la que haya sospecha de que no es consentida. Es fácil saberlo.

Lokita dijo...

Estas cosas me dejan literalmente sin palabras.
Logro meterme en el pellejo de estas mujeres y me eriza la piel por completo,
me parece espeluznante y rastrero, la ley del más fuerte...
Lo peor de todo esto, es que se crea un círculo vicioso del que no pueden salir,
Un pez que se muerde la cola, y una cosa lleva a la otra hasta el deterioramiento completo...
Quien ayuda a estas mujeres, que vida pueden tener después de esto?
No quiero ni imaginarme a los hijos, compartiendo penurias y sin nada para ofrecerles.
Como pueden los gobiernos gastarse el dinero en gilipolleces, y hacer ojos ciegos a estos temas...
Triste, realmente triste.
Besos

Belnu dijo...

qué pesadilla, y los hombres siempre confunden su morbo por el oficio e imaginan que ellas lo pasan tan bien, y no saben de la tristeza ni de los bloqueos con el sexo de tantas de ellas, ni de las resonancias de dejar acercarse a cualquiera a la propia intimidad, de no poder regalarse, etc.